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Pompeya y el volcán (humano)
La ciudad que fuese sepultada por las cenizas del Vesubio en el año 79, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, muere. Derrumbes, lluvias, expolios, ayudas para la rehabilitación que van a parar a otras manos de Nápoles y, para colmo, el robo del fragmento de un fresco arrancado con cincel se erigen ahora en ese otro volcán, el humano, que acabará definitivamente con el área arqueológica.
Esta entrada fue publicada en La Torre Oscura, Restaurando el tiempo perdido y etiquetada Arqueología, área arqueológica, Nápoles, Patrimonio de la Humanidad, Pompeya, Unesco, Vesubio. Guarda el enlace permanente.
Es increíble cómo el ser humano acaba convirtiéndose en el destructor de su propia historia, ya sea por desconocimiento o por codicia. No veo solución.
P.D.: No te imaginaba yo tan polifacético, Juan. ¡Me gusta mucho tu blog! 😉
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Miriam, bienvenida al mundo bloguero. Un abrazo.
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